Las importaciones chinas cayeron un 0,1 % interanual en marzo, resultado del efecto del confinamiento de Shanghái en la actividad económica, según cifras publicadas el miércoles por los servicios de aduanas.
Este descenso es el primero desde agosto de 2020, cuando el gigante asiático se estaba recuperando gradualmente de la primera ola de la pandemia.
«El impacto de ciertos factores a nivel internacional y nacional ha resultado ser mayor de lo esperado», dijo a la prensa el portavoz de las aduanas chinas, Li Kuiwen.
El mes pasado, decenas de millones de chinos fueron confinados, sobre todo en el noreste del país, donde se concentra la industria automovilística, pero también en las metrópolis de Shenzhen (sur) y Shanghai, de 25 millones de habitantes.
Muchas multinacionales tienen allí su sede y la capital económica china cuenta también con el mayor puerto de China.
El aislamiento de Shanghái está teniendo un gran impacto en la actividad del país y en las cadenas de suministro globales.
Por otra lado las exportaciones chinas se ralentizaron y las ventas al exterior aumentaron un 14,7% interanual en marzo, según las aduanas.
Este ritmo es inferior al de enero y febrero juntos, únicos datos publicados entonces (16,3%), pero mucho mejor que las previsiones de los analistas (12,8%).
En cuanto al superávit comercial del gigante asiático, alcanzó los 47.380 millones de dólares en marzo.
El superávit chino de enero y febrero juntos alcanzó una cifra récord de 115.950 millones de dólares.