La Asamblea General de las Naciones Unidas ha aprobado con 93 votos a favor la petición de Estados Unidos de suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. La resolución ha contado también con 24 votos en contra y 58 abstenciones.
El proyecto de resolución pide “suspender la Rusia” en el Consejo, expresando “su grave preocupación por la situación humanitaria en Ucrania, en particular por las denuncias de violaciones y abusos del derecho internacional humanitario por parte de Moscú”.
Para el visto bueno la resolución necesitaba de una mayoría de dos tercios de los países votantes (de los 193 miembros de las Naciones Unidas) y las abstenciones no cuentan.
“Bucha y decenas de otras ciudades y pueblos ucranianos en los que miles de residentes pacíficos han sido asesinados, torturados, violados, secuestrados y expoliados por el ejército ruso sirven como ejemplo de lo dramáticamente alejada que está la federación rusa de sus declaraciones iniciales en materia de derechos humanos”, ha señalado el representante de Ucrania en la ONU, Sergiy Kyslytsya.
El embajador adjunto de Rusia, Gennady Kuzmin, ha instado a los miembros a votar “no”, afirmando que “lo que estamos viendo hoy es un intento de Estados Unidos de mantener su posición dominante y su control total de las relaciones internacionales en materia de derechos humanos.
La ONU ha solicitado una investigación independiente sobre Bucha. El secretario de la ONU, António Guterres, se sumó el martes a los crecientes llamamientos internacionales para que se investigue la matanza de civiles en la localidad ucraniana.
Desde la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, el Consejo de Derechos Humanos adoptó otras dos resoluciones promovidas por occidentales: una denunciando a Moscú por la agresión (con 141 votos a favor), y la otra sobre la situación humanitaria (con 140 votos a favor).
Desde que hace dieciséis años se creó el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, sólo otro país había sido suspendido: la Libia de Muamar el Gadafi, en respuesta a la represión de las protestas de 2011, aunque meses después fue readmitida.
En el caso ruso, Estados Unidos y sus aliados argumentaron que Moscú no puede seguir participando en ese Consejo cuando está “subvirtiendo todos los principios básicos” de la ONU con su invasión de Ucrania y cometiendo supuestas atrocidades contra la población civil.