Lluvias torrenciales provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra en el estado brasileño de Rio de Janeiro, dejando al menos 14 muertos, entre ellos ocho niños, y cinco desaparecidos, dijeron las autoridades el sábado.
Dos días de fuertes precipitaciones azotaron una amplia franja de la costa atlántica de este estado del sureste de Brasil, la última racha en una serie de tormentas mortales en el país que, según los expertos, se están agravando por el cambio climático.
Según las previsiones, se esperan más lluvias en los próximos días en la región.
Entre las víctimas mortales están una madre y seis de sus hijos, informaron las autoridades.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo en Facebook que el gobierno federal había enviado aviones militares para ayudar en la tareas de rescate y envió al secretario nacional de respuesta a desastres, Alexandre Lucas, al estado de 17,5 millones de personas.
Estas nuevas lluvias se producen seis semanas después de que inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra mataran a 233 personas en Petrópolis, la capital de veraneo imperial del siglo XIX, también en el estado de Rio de Janeiro.
Esta vez, una de las zonas más afectadas fue la turística Paraty, una ciudad colonial costera conocida por sus pintorescas calles empedradas y sus casas de colores.
En el barrio de Ponta Negra un alud sepultó a una madre y seis de sus hijos de 2, 5, 8, 10, 15 y 17 años de edad. Un séptimo niño fue rescatado con vida y llevado al hospital, donde sigue estable, agregaron. Otras cuatro personas resultaron heridas.
Se registraron seis fallecidos más, incluidos dos niños, en la ciudad de Angra dos Reis, donde las autoridades declararon la “máxima alerta” y el estado de emergencia después de que varios aludes arrasaran el barrio de Monsuaba.