Los curiosos acudieron el jueves al lugar de una nueva erupción en una grieta volcánica situada en un valle deshabitado a unos 40 km de Reikiavik, la capital de Islandia.
Esta erupción, que comenzó el miércoles, se encuentra a casi un kilómetro del volcán del Monte Fagradalsfjall en el suroeste de Islandia, que había estado en erupción durante seis meses el año pasado.
El sitio de la erupción, en una zona de difícil acceso que requiere 90 minutos a pie, ya atrajo a más de 1.830 visitantes el primer día de la aparición de la grieta, según las autoridades islandesas.
Los curiosos caminaban hacia el sitio temprano el jueves por la mañana, pese a que las autoridades habían pedido el miércoles a la población que no visitara el lugar antes de que se realizara una evaluación de los riesgos.
Pero el jueves, Protección Civil indicó que solo los niños pequeños deben estar fuera de la zona de la erupción.
Los gases de las erupciones volcánicas, como el dióxido de azufre, pueden ser peligrosos o incluso mortales.
El instituto meteorológico de Islandia estimó el jueves la longitud de la grieta en 360 metros, con chorros de lava que alcanzaban entre 10 y 15 metros.
El flujo de lava en las primeras horas de la erupción se estimó en 32 m3 por segundo, según las mediciones realizadas el miércoles por científicos del instituto de Ciencias de la Tierra, tres horas y media después del inicio de la erupción.
Esto es aproximadamente cuatro o cinco veces más que al principio de la erupción de 2021.
“La erupción actual es mucho más poderosa”, destacó el instituto en Facebook.
Según la misma fuente, la lava de la nueva erupción cubrió un área de aproximadamente 74.000 m2 cuadrados.
Islandia cuenta actualmente con 32 sistemas volcánicos considerados activos, es decir, el mayor número en Europa.