El economista Rodrigo Chaves jurará este domingo como presidente de Costa Rica por un período de cuatro años, con la misión de sanear la economía de una de las democracias más estables de América Latina.
La ceremonia tendrá lugar en San José a las 10:00 hora local (16:00 GMT). Allí se espera al Rey de España Felipe VI, así como a un total de 97 delegaciones internacionales.
El señor Chaves, un conservador de 60 años, ex ejecutivo del Banco Mundial durante casi 30 años, promete brindar soluciones a los problemas que enfrenta Costa Rica: la deuda externa, equivalente al 70% del PIB, la pobreza, que afecta al 23% de la población, desempleo del 14% y escándalos de corrupción en el sector público.
El turismo golpeado duramente por el Covid
El turismo, uno de los principales motores de la economía del país, se ha visto muy afectado por la pandemia del coronavirus y Costa Rica ha sufrido la mayor subida de desempleo de la región, junto con Perú.
“Es fundamental para el país que Chaves mejore la economía. (…) Este nuevo gobierno tiene la oportunidad de hacer algo diferente“, dijo Adrián Aguiluz, de 35 años, residente en la capital.
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Chaves dijo recientemente que esperaba “mejorar“las condiciones de un préstamo de 1.700 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), vital, según el gobierno saliente de Carlos Alvarado, para mantener a flote las finanzas del país.
Economista, el Sr. Chaves había cerrado la puerta de la Secretaría de Hacienda del gobierno saliente después de sólo 180 días. Siguió una trayectoria meteórica durante la campaña electoral.
Se clasificó como outsider en la primera vuelta el 6 de febrero al frente del flamante Parti Progrès Social Démocratique (PPSD) y subió muy rápido en las encuestas durante los dos meses entre las dos vueltas.
Superó así con los votantes el hándicap de haber sido sancionado por acoso sexual a dos colaboradoras entre 2008 y 2013 mientras trabajaba para el Banco Mundial.