La localidad portuaria de Mariupol, situada en el sur de Ucrania, concentra un día más las operaciones en la guerra desencadenada por Rusia en el país vecino. Los combatientes ucranianos aseidados en la acería de Azovstal no han depuesto hasta ahora las armas pese al ultimátum de Moscú. Tampoco hay noticias de que se haya producido la salida de civiles que parecía anticipar el pacto para un nuevo corredor humanitario.
En paralelo, Rusia ha informado de que ha entregado a Ucrania un borrador en las conversaciones de paz y está esperando la respuesta de Kiev. Pero parece probable que, antes de cualquier contestación, intensifique su anunciada ofensiva sobre el Donbás