El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las próximas elecciones en Brasil, ha provocado a la ultraderecha del mandatario Jair Bolsonaro con una defensa del aborto que generó la primera polémica de una campaña aún en ciernes.
«Las mujeres pobres mueren intentando hacer un aborto, porque es prohibido», pero «la ‘madame’ puede ir a hacerse un aborto en París o elegir Berlín», cuando «la verdad es que debería ser una cuestión de salud pública, para que todo el mundo tenga derecho», declaró Lula este martes.
«Esa agenda de la familia, de los valores, es muy atrasada y es utilizada por un hombre que no tiene moral para eso», apuntó en una clara referencia a Bolsonaro, quien aspira a renovar su mandato en octubre próximo con el apoyo de su base religiosa y ultraconservadora.
Esas declaraciones no pasaron desapercibidas para los movimientos de esa extrema derecha, que este miércoles encontraron un filón para arremeter aún con más fuerza contra Lula, a quien califican en forma peyorativa de «comunista» y «enemigo de los valores cristianos».
Aunque el actual mandatario no comentó esa declaración, uno de los primeros en reaccionar fue Eduardo Bolsonaro, uno de sus hijos y diputado que publicó en redes sociales un video con el comentario de Lula y una abierta crítica al líder progresista.
«Lula no está pensando en una elección en un país cristiano, que respeta la propiedad privada», escribió el diputado, para enumerar algunas propuestas del líder progresista: «Estatizar privatizadas, confiscar armas, reglamentar los medios, perturbar a parlamentarios y sus familias en sus casas y ahora defendiendo el aborto».
Aludió así a la intención de Lula de reforzar el papel del Estado mediante las empresas públicas, retirar de circulación las armas que el Gobierno de Bolsonaro permitió comprar a los civiles y adoptar políticas que regulen y «democraticen» la actividad de la prensa.