Cuba insiste en que hay “un vínculo directo” entre el creciente flujo de migrantes cubanos hacia Estados Unidos y el recrudecimiento del embargo contra la isla, dijo Johana Tablada, subdirectora de la cancillería para Estados Unidos.
Aunque en Washington “no lo quieran reconocer hay un vínculo directo entre el recrudecimiento de las medidas extremas contra la economía cubana y la proporción que se disparó del flujo migratorio dramático”, dijo Tablada a la AFP.
La funcionaria considera que el gobierno del presidente Joe Biden realizó “ajustes” pero no dio “marcha atrás” a las sanciones impuestas por su antecesor Donald Trump en 2017.
Algunos de esos ajustes están relacionados con el reinicio en enero del otorgamiento de visas de inmigrantes en su consulado de La Habana, la reanudación del envío de remesas y la reactivación de vuelos a provincia. Sin embargo, no han logrado revertir la ola migratoria provocada por la “política de máxima presión” económica de Trump aún vigente, contra Cuba, señala Tablada.
Funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos visitaron este mes La Habana dos veces en una semana para tratar específicamente el tema migratorio.
Tablada estima que la política de Washington ha sido un fracaso “porque en el fondo a Estados Unidos también le está saliendo mal” con el “incremento de la situación migratoria que representa [más] complejidades para ellos”.
Hasta octubre pasado cerca de 224.000 cubanos ingresaron sin documentos a Estados Unidos y la mayoría lo hicieron por la frontera con México, según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Una cifra muy superior a los 39.000 del año previo.
La funcionaria recuerda que tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 2015 y el relajamiento de las sanciones, la salida de migrantes “se detuvo en cantidades nunca vistas”. Por mar se redujo casi a cero.
Un tema que alarma a ambos gobiernos es el incremento de cubanos que se lanzan al mar para tratar de llegar a costas de Estados Unidos.
Los que operan y financian esas operaciones “muchas veces coinciden, se juntan, con organizaciones criminales que están trabajando con la droga también en Centroamérica o América del Sur”, indicó.
Al menos 6.182 cubanos fueron interceptados en un año en el mar y repatriados por la Guardia Costera, según cifras hasta octubre de la Guardia Costera, la máxima cantidad de personas localizadas en aguas marítimas desde 2016.