El conflicto entre Taiwán y China en el que ahora entra EEUU, es espinoso desde su génesis. El Kuomintang gobernó China continental desde el triunfo de la revolución liberal de Xinhai en 1911, cuando derrocó a la dinastía imperial Qing.
Durante la invasión de Japón en 1937, el gobierno del KMT tuvo que aliarse con los cada vez más numerosos comunistas chinos para ganar la guerra sino-japonesa. Tras la derrota del Imperio de Japón en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la retirada de sus tropas del territorio chino, el KMT de Chiang Kai-shek y el Partido Comunista Chino (PCCh) de Mao Zedong rompieron su alianza, lo que dio paso a la Guerra Civil China (1946-1949), que ganaron los comunistas. El KMT fue expulsado del Gobierno y se retiró a la isla de Taiwán, donde logró asentarse y consolidar posiciones hasta formar un Estado propio: la República de China.
Desde entonces, la República de China, referida comúnmente como Taiwán, se mantiene de manera independiente de la República Popular China (RPC), que hoy se conoce simplemente como China. Ni Taiwán ni China se reconocen diplomáticamente la una a la otra. Ambas se presentan como el gobierno legítimo de toda la nación china.
Pero el poder económico y la influencia política de Pekín hace sombra a Taipéi. La RPC defiende el principio de “una sola China”, según el cual existe un solo Estado-nación en el mundo con el nombre de “China”, lo que implica que todo país que reconozca a la RPC debe negarse a sostener relaciones diplomáticas con la República de China (Taiwán). A lo largo de los años, distintos países han ido rompiendo lazos con la isla para transferir su reconocimiento a la RPC. Estados Unidos lo hizo en 1979.
¿En qué punto se encuentra la situación entre China y EEUU a causa de Taiwán?
Es «difícil imaginar una acción más temeraria y provocadora» que la visita de Pelosi, aseguró Hua este martes, según reporta la Agencia EFE. La portavoz chino extendió la posibilidad de «consecuencias desastrosas si Estados Unidos se equivoca en su juicio», no solo para Taiwán sino para la «prosperidad y seguridad del mundo entero».
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, había declarado ante la visita de Pelosi que la Cámara de Representantes de Estados Unidos, de la que es presidenta, tiene un estatus “independiente” del Gobierno estadounidense. Sin embargo, las autoridades chinas consideran que «todas las agencias gubernamentales de EEUU han de implementar las políticas exteriores a las que se ha comprometido y reconoce su Gobierno».
China acusa a Washington de «vaciar de significado» con este viaje la política de ‘una sola China’, a la que EEUU «se ha adherido verbalmente en los últimos años», y de «violar sus compromisos de mantener únicamente contactos no oficiales con Taiwán», a quien, además, «continúa aumentando sus ventas de armas».
La portavoz reiteró que el «principio de una sola China», por el cual Taiwán quedaría bajo soberanía de Pekín, es «la base sobre la que China ha establecido relaciones diplomáticas con 181 países, incluido EEUU».
¿Qué pasa con las maniobras militares en el estrecho con Taiwán y el aumento de la tensión entre EEUU y China?
Según medios de Estados Unidos y Taiwán, la alta funcionaria podría aterrizar esta noche en Taipéi en una visita no anunciada dentro de la gira que lleva a cabo por Asia y a la que Pekín ya advirtió de que, de producirse, responderá con contundencia.
En las últimas fechas, desde que medios estadounidenses avanzaran la posibilidad del viaje de Pelosi, representantes chinos tanto militares como civiles han avisado de posibles consecuencias del viaje de la funcionaria estadounidense.
El propio presidente chino, Xi Jinping, pidió a su homólogo estadounidense, Joe Biden, «no jugar con fuego» en la conversación telefónica que mantuvieron la semana pasada, según reporta la Agencia eFE.
También en los últimos días el portavoz del Ministerio de Defensa de China Tan Kefei declaró que el Ejército chino «no se quedará de brazos cruzados» si se produce la visita.
Este martes, medios taiwaneses, citados por la Agencia EFE, informaron del avistamiento de un buque destructor chino en la isla Lanyu, controlada por Taipéi y situada a 64 kilómetros de Taiwán. Asimismo, autoridades navales chinas anunciaron el cierre al tráfico marítimo en zonas del Mar de China Meridional donde se llevarán a cabo esta semana maniobras militares.
China reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.