La Comisión Europea propuso este miércoles un embargo progresivo de la Unión Europea (UE) a las importaciones de petróleo de Rusia, que siguió bombardeando el este de Ucrania y también atacó objetivos en otros lugares del país hasta ahora preservados de la guerra.
“Vamos a renunciar progresivamente a las entregas rusas de petróleo en un período de seis meses y a las de productos derivados del crudo de aquí a finales de año”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ante los eurodiputados en Estrasburgo.
La prohibición, agregó, se llevará a cabo de forma tal que permita asegurar vías alternativas de abastecimiento de petróleo, ya que el que compra la UE a Rusia representa aproximadamente un 30% de sus importaciones de crudo.
Según funcionarios y diplomáticos europeos, la propuesta prevé una excepción hasta el 2023 para Hungría y Eslovaquia, que dependen casi totalmente del crudo ruso.
Además, la Comisión Europea también planea excluir a tres bancos rusos, incluido el más importante, el Sberbank, de la red interbancaria SWIFT.
Y recomienda también sancionar al jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kirill, que ha multiplicado los sermones en apoyo de la operación militar en Ucrania, así como a varios militares y al portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y su familia.
De visita en Chisinau, capital de Moldavia, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, anunció por otra parte que la UE va a “aumentar de manera considerable” su apoyo militar a este país, tras ataques en el territorio separatista prorruso de Transnistria, que hacen temer una ampliación del conflicto.
“Prevemos este año aumentar de manera considerable nuestro apoyo a Moldavia entregando equipamiento militares a sus fuerzas armadas”, afirmó.