El Ejército de Rusia ha destruido dos refinerías de petróleo ucranianas en las últimas horas, la de Kremenchuk, en el centro de Ucrania y la mayor del país, y la de Odesa, ciudad estratégica portuaria del sur que no había recibido hasta ahora ataques importantes.
El primer ataque se produjo en la noche del sábado, según informó en su cuenta de Facebook Dmitro Lunin, jefe de la administración militar de la región central de Poltava, quien indicó que la infraestructura ha quedado «destruida» y que algunas personas sufrieron quemaduras, aunque sus vidas, añadió, no corren peligro.
En su mensaje, indicó que debido a los daños la planta no funciona e informó de que en Mirgorod también ha sufrido daños un almacén de combustible del aeropuerto.
El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado que usó «armas de largo alcance y alta precisión» para atacar la refinería, «que abastecía a las tropas ucranianas en el centro y este del país».
De acuerdo con el diario ucraniano ‘Ukrainskaya Pravda’, la refinería de Kremenchuk era la mayor de Ucrania y tenía una capacidad de 18,6 millones de toneladas de crudo.
OLEODUCTO DESDE RUSIA
A este ataque le ha seguido el de esta mañana a una segunda refinería, la de Odesa, ubicada en el norte de esta ciudad a orillas del Mar Negro, adonde llega un oleoducto que parte de Rusia y pasa por Kremenchuk.
El impacto en varios misiles rusos en la infraestructura no ha causado víctimas, según ha informado el coronel del Comando Operativo Sur del Ejército de Ucrania, Vladislav Nazarov, en la cuenta oficial de Telegram del Ayuntamiento de Odesa.
El Comando Aéreo Sur ha informado además de que esta mañana las unidades antiaéreas del Ejército ucraniano han derribado dos misiles de crucero lanzador por Rusia desde el mar.
El ataque a la refinería de Odesa se ha producido sobre las seis de la mañana hora local y las explosiones (al menos seis de diferente intensidad) se han dejado sentir a kilómetros del lugar.
Según ha podido comprobar Efe, del complejo de la refinería se han elevado cuatro columnas de humo negro visibles desde toda la ciudad. Varios de los misiles han caído sobre depósitos de combustible, lo que ha provocado llamaradas de varias decenas de metros de alto y explosiones intermitentes.