En su visita de inspección, los agentes estadounidenses estaban acompañados de oficiales de diversos organismos dominicanos, según videos difundidos por medios locales.
El barco investigado, llamado “Flying Fox”, es uno de los yates de recreo más lujosos del mundo y pertenece al empresario ruso Dmitry Kamenshchik, propietario del aeropuerto Domodedovo de Moscú, según la revista Forbes.
Una fuente de un organismo de seguridad dominicano confirmó a Efe que se produjo la investigación del yate, que lleva anclado en el terminal Don Diego del puerto de Santo Domingo desde el lunes pasado, después de haber pasado por la ciudad turística de La Romana, en el este del país.
A lo largo de esta semana, agentes de organismos de inteligencia de República Dominicana han estado custodiando la zona circundante al puerto de la capital y en varias ocasiones han tratado de dificultar el trabajo de la prensa cuando trataba de hacer imágenes del barco.
El “Flying Fox” mide 136 metros de eslora, cuenta con once cabinas, un helipuerto, una piscina de 12 metros, un spa de dos pisos y 400 metros cuadrados, un cine y un centro profesional de buceo, entre otras instalaciones.
La empresa Imperial Yachts alquila el barco por una tarifa mínima de 3,5 millones de dólares semanales, según informaciones de la página web de esta concesionaria.
A raíz de la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos aprobó diversas sanciones que afectarían a empresarios cercanos al presidente Vladímir Putin, muchos de ellos propietarios de embarcaciones de lujo.