Ucrania y Rusia procedieron el miércoles al mayor intercambio de prisioneros desde el inicio de la guerra, que puede tomar un nuevo rumbo después de la movilización de cientos de miles de reservistas por parte de Vladimir Putin para relanzar su ofensiva.
El presidente ruso declaró una movilización “parcial” de 300.000 reservistas, una medida “urgente y necesaria” según él, y volvió a amenazar con recurrir a las armas nucleares, un aviso que Estados Unidos tomó “en serio”.
El anuncio generó protestas improvisadas en al menos 38 ciudades rusas y la detención de al menos 1.332 personas, en una de las manifestaciones más importantes en el país desde el inicio de la guerra en febrero.
Después de conocerse esta medida que puede provocar una escalada todavía mayor del conflicto, Rusia y Ucrania procedieron el intercambio de prisioneros más importante ocurrido hasta la fecha.
Según este acuerdo, Kiev consigue la liberación de 215 personas, entre ellos los líderes de la simbólica defensa de la acería Azovstal de Mariúpol, y Moscú recuperará a 55 prisioneros, incluido el exdiputado ucraniano Víktor Medvedchuk, cercano a Putin y acusado de alta traición.
En el marco de este pacto también fueron liberados diez prisioneros de guerra, incluidos cinco británicos y dos estadounidenses, que Rusia trasladó a Arabia Saudita, según había informado previamente el reino árabe.
– Zelenski pide un “castigo justo” –
El conflicto protagonizó gran parte de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que el presidente estadounidense, Joe Biden, atacó directamente a Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, diciendo que “violó descaradamente” los principios de la ONU.
Biden también criticó a Putin por una velada amenaza de recurrir a las armas nucleares y advirtió que “una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe librar”.