Bebé de pocas semanas se salvó de un bombardeo que hizo estallar los vidrios de su habitación, porque estaba envuelto en una manta mientras su madre la amamantaba; la madre aún se recupera de graves heridas. Tanto Kiev como los servicios de inteligencia occidentales han reportado un retroceso de las tropas rusas, pero también un aumento de la intensidad de los ataques, que han hecho que decenas empiezan a escapar de la capital. En la asediada Mariúpol, en el sureste del país, el gobierno estima que casi 100.000 personas siguen atrapadas sin comida, sin agua y bajo bombardeos constantes.