De Afganistán a Irán, pasando por los comentarios misóginos y sexistas en internet, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos dice estar horrorizado por el afán «sistemático» para pisotear los derechos de las mujeres.
En una entrevista con la AFP esta semana, Volker Türk afirma que quiere viajar a Kabul y Teherán para hablar con las autoridades.
«Afganistán es lo peor de lo peor», advierte. «Reprimir a las mujeres de esta manera no tiene parangón».
El austriaco, de 57 años, dice sentirse consternado por el hecho de que casi 75 años después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el mundo ve cómo aumentan los esfuerzos, incluso de «forma insidiosa», para despojar a las mujeres y las chicas de sus derechos.
«Estoy muy preocupado por estos retrocesos y la difusión de ideas retrógradas», declara a la AFP. Aunque la misoginia y el empeño para frenar la evolución hacia la igualdad de género no es una novedad, Türk considera que actualmente existe «una manera más sistemática, más organizada, para limitar los derechos de las mujeres«.
El ejemplo más flagrante es, según él, el de Afganistán, donde los talibanes han prohibido que las mujeres accedan a la universidad o la educación secundaria, entre muchas otras medidas.
Estos ataques contra las mujeres son «un recordatorio de a lo que puede llevar un pensamiento perverso», dice.
«Tenemos que asegurarnos que lo que está pasando en este país no se convierta en una norma en el futuro», insiste.
Como lo hizo el año pasado su antecesora, la chilena Michelle Bachelet, Türk quiere viajar a Afganistán para hablar «con las autoridades de facto, para que comprendan que el desarrollo de su país debe incluir a las mujeres».
El Alto Comisionado también ha pedido ir a Irán, sacudido por una ola de protestas desencadenadas tras la muerte de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años fallecida cuando estaba detenida por no llevar correctamente puesto el velo. Por el momento, Teherán no ha respondido.
Türk quiere pedir a Irán «la abrogación de varias prácticas discriminatorias en relación a las mujeres y las chicas».
También desea abordar la cuestión de la represión de las protestas que, según la oenegé Iran Human Rights (IHR, con sede en Noruega), ha causado al menos 476 muertos.
El funcionario se ha mostrado especialmente alarmado por las condenas a muerte de los manifestantes, después de que se hayan llevado a cabo dos ejecuciones.